poetas

poetas

domingo, 30 de diciembre de 2012

Pero aqui estoy.

— Ya no sé que hacer contigo: te amo, te quiero, te deseo, te odio, te respiro, te siento, te necesito, te anhelo, te detesto, te extraño, te repelo, te tengo, te amo de nuevo, y todo en menos de un beso.

Amor = tú.

— Amor mío, no me enamoraste a mí, me enamoraste la vida. Veo lo que me rodea con diferentes ojos, ¿y sabes? Ahora esos libros románticos y esos poemas de Neruda tienen sentido. Todo me sabe a amor, todo huele a felicidad porque te tengo. Te tengo como tú me tienes a mí, amado. Tú me presentaste al amor y me enseñaste como tratarlo. Y aunque te lo repita como se repiten las horas, aun asi te lo digo: te amo, mi amor.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Abrázame.

Abrázame, como si realmente fuera un adiós
Como si nuestras voces callaran para siempre
Como si esto fuera una despedida eterna
Abrázame, como si no hubiera mañana
Como si el ayer fuera hoy
Y como si el hoy terminara
Abrázame, como mi amor abrazó al tuyo
Abrázame como si fuera el ultimo
Hoy, mañana y siempre
Abrázame.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Una carta nunca enviada.


Amor, desde que te fuiste, todo cambió, absolutamente todo... Ya no me preocupo, tampoco me calmo, ya no amo, ya no odio, ya no lloro, tampoco río, ya no siento frío, ni siento calor. Ya no siento nada. Pero, ¿sabes?, me siento mejor, no me siento mal, tampoco bien, pero sí mejor. Quería un cambio, y lo obtuve, porque le diste un vuelco a mi vida que creí imposible, no es el que esperaba, pero lo hiciste. Me cambiaste un día, creí que por fin, alguien había logrado llegar hasta ese sentimiento que pensé que nunca nacería, pero nada más que eso: "creí", y lo creí como también creí que en el pasado, otro lo había logrado, pero terminó siendo lo mismo. No quiero que pienses que fuiste menos o más que otros, simplemente, fuiste diferente, diferente porque de verdad me creí eso de que te amé, porque de verdad consideré una vida a tu lado, porque quizás en algún momento, fuiste lo único que mis ojos podían percibir; por poco tiempo, sí, pero lo fuiste. No sé qué es lo que me evitaba amarte, o quizás sí, pero solo no quiero admitirlo. Tengo la extraña necesidad de mentir, y el don de que me crean; necesidad de dejarle todo al tiempo, de engañar, de hacer sufrir. Quisiera haberte valorado como te mereces, sé que no fue así, y por eso te pido disculpas. Quizás marqué tu vida de la peor manera, también puede que haya sido un error y que me recuerdes como un mal momento, ¿y sabes por qué? Porque como eso y muchas otras cosas, no me importa; no me importa como me recuerdes ni lo que pensaste de mí en aquellos momentos. Quizás debería darte las gracias, pero solo porque cambiaste mi vida de una manera diferente. ¿Y sabes algo más? Creo que lo único que realmente perdura en mi vida son las palabras, son las únicas que no se van, que no se agotan. ¿Y sabes cual es la peor parte? Que aun tengo la esperanza que esa persona que me robará los sueños, llegará, y me cambiará por completo y para siempre; pensé que tú serías esa persona, pero no; no me quejo, tampoco me alegro. Todo es neutro, es tan neutro como todo lo que vivimos juntos… Pues, me despido por hoy. Fue un placer creer amarte. 

En tu alma ya es invierno.


—Pues es una lástima, ¿sabes? Podrías ser una maravillosa persona. No tienes el corazón muerto, solo está cerrado. Tienes los mejores sentimientos, la mejor consciencia, y todo eso lo desaprovechas. Tienes dones, dones que son solo tuyos, pero no lo explotas, porque por más virtudes que tengas, la vida no te dio la esencial: saber. No sabes como hacer qué ni explicar cómo, no sabes qué quieres ni qué sientes, no sabes lo que eres; nadie lo sabe. Y como ya te he dicho, las experiencias son las que te enseñan, pero tú no sabes aprender. La vida te regala lecciones y tú las ignoras de la manera más detallada posible, sabes lo que sucede, sí, pero pareciera que quisieras que sucediera de nuevo, como un masoquismo emocional. —La mujer dice esto entre suspiros, después de mirar al cielo, se da cuenta de que esa chica está llorando con el alma y sufriendo por tener un corazón destrozado.— Sé lo que soy —Dice la chica— Pero también sí, sé qué no sé lo que quiero ni lo que siento, pero sé quien soy. Soy una persona desbastada por los echos y denigrada por la vida, vida a la que he ignorado por completo. Me duele que no me duela estar sola, un dolor curioso, más fuerte que cualquier otro. Un dolor equivalente a saber que no vales la pena, y aun así aceptarlo, pero ¿sabes? esto no sirve de nada... — ¿Cómo que no? Toda acción en esta vida sirve de algo, tiene su reacción, desde la más mínima hasta la más drástica, y me parece muy ignorante de tu parte pensar que una conversación es innecesaria, sabiendo tú misma que te está penetrando el alma.—Dice la mujer.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Mírame.

Esa arrogancia es la superficie de la inseguridad y el miedo, miedo a que esa sociedad que me rodea se de cuenta de que soy lo contrario a lo que ellos creen. No soy más que una persona débil e insegura, que no sabe lo que quiere ni a donde va, no se preocupa en quien lastima y a quien no. Puedo decir que tengo el don de hacer sufrir, aun así, aunque advierta, por alguna razón, los demás se arriesgan, y siempre salen perdiendo; pero no solo ellos, también yo, porque aunque no lo acepte, cada vez que lastimo a alguien que realmente me quiso, una parte de mí muere, pero ¿qué importa? Seguiré haciéndolo de todas formas. No me interesa lo que ellos sientan, no sé ni por qué lo hago. No pido ayuda porque no quiero que me molesten, no me expreso porque no quiero que me critiquen, no hablo porque sencillamente no quiero iniciar ninguna conversación con nadie. Trato de ser amigable, trato de ocultar lo que realmente estoy pensando con una sonrisa hipócrita, pero ¿de qué sirve?, al fin y al cabo, terminarán dándose cuenta de que para mí, solo fueron un humano más en la tierra.

Puedo parecer muchas cosas, puedo expresar muchos sentimientos, pero jamás los reales; jamás expresaré lo que realmente soy, lo que realmente siento y lo que realmente quiero, ya que no sé cómo. Y sí, sé que quizás termine sola, sin nadie, y sinceramente, no me importa, sería lo mismo, solo que sin nadie diciéndome cosas innecesarias, sin quejas, sin criticas, sin nada... Nada.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Oh, noche.

Y esta noche quiero que te amarres a mi amor
Como yo me he amarrado a ti
Quiero que la oscuridad ilumine
Y que tu silencio hable.
Porque yo crearía más estrellas
Solo para vivir contándolas contigo


Permanece.

Y me pregunto
Qué sentirás al leer mis versos
Cuando pasen los años
Porque al igual que mi amor
Estas palabras perdurarán
Al igual que tu sabor en mis labios
Y tu olor en mi piel

No importa que pase el tiempo
Porque como dicen
Si respiras lento, lento pasan las horas
Y yo por ti dejaría de respirar
Solo para detener el tiempo a tu lado

Porque saboreo tu mirada
Siento tu voz
Respiro tus besos
Porque yo vivo este amor
Porque vivo por él

viernes, 23 de noviembre de 2012

Amo amarte como lo hago.


Amo tu amor que se reparte en besos
Amo tus besos que incrementan la pasión
Amo la pasión que nace en tu mirada
Amo tu mirada que dice que me amas
Amo que me ames como te amo
Amo amarte como lo hago

Amo dejarte en silencio
Amo el silencio que le sigue a mis palabras
Amo mis palabras que dicen que te amo
Amo el amor que hace que me ames
Amo que me ames como te amo
Amo amarte como lo hago

Amo la vida que me puso en tu presencia
Amo tu presencia que susurra sentimientos
Amo los sentimientos que dicen que me amas
Amo que me ames como te amo
Amo amarte como lo hago

jueves, 15 de noviembre de 2012

El amor al amor.

Suaves sonidos del goce, cantando placer.
Roce de pieles, luego de un gemido de amor.
Se comprimen sentimientos en una misma sensación.
La noche es testigo de la pasión,
Pasión que reconforta los espíritus.
Tus manos experimentadas recorren un cuerpo erizado,
Caricias que se unen al deseo.
Vapor que humedece tus labios,
Labios que recorren mi piel.
Se siente la sed, sed que solo saciaré con un presencia.
Tus labios existen para provocar a los míos.
Tú, mi pasión y locura.
Tú, mi lujuria y amor.
Que con simples palabras vuelcas mi vida,
Palabras que conviertes en gemidos.
Oh, qué arduo camino hacia tus besos.
Pero cómo no amarte, si te amé por eso.
No, no me hagas el amor a mí,
Hazle el amor al amor.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Desahogo, dulce, tan dulce.

Pero yo no vine a pintar paisajes,
ni a buscarle los colores al agua cristalina de los ríos.
Tras el sonido turbio de las piedras golpeándose unas entre otras,
se puede escuchar la clara voz que repite una y otra vez el mismo sentimiento vacío.
Desde lo más oscuro de la realidad se encuentra esa ilusión totalmente perdida.
¿Para qué buscarla?
No, ya no hace falta.
He cometido errores, lo sé.
Los he repetido, lo sé.
Pero, ¿de qué me sirve construir un camino alejado de ellos si no recibiré nada a cambio?
Se me va la vida imaginando montañas verdes y cielos azules,
se me va la vida en estas letras,
se me va la vida tratando de entender lo que claro está.
Pero de repente vuelvo a ver la turbia sangre recorrer los valles,
los senderos, todo lugar que pisa el hombre en su soledad,
y todo pensamiento negativo me invade la vida.
Y como cada casa inhóspita que se derrumba por contener ausencia,
mi vida se desploma ante ese intrigante sonido de su voz.
Y mientras aparece él,
aparece la dulce melancolía
y los suaves recuerdos de momentos vividos,
momentos falsos, momentos vacíos.
Porque el amor cae, a veces, se levanta.
El amor cambia, el amor se mantiene pero a veces, solo se esfuma.
El amor está en ti, está en mí, está en nosotros,
pero a veces, simplemente, no deberían estar juntos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

El amor descansa en el pecho del poeta.


Podría escribir tristes versos esta noche.
Porque el cielo está estrellado y no estás conmigo.
Porque mis pensamientos te llaman y tú no escuchas.
Porque errante es la vida sin tu compañía.

Podría escribir tristes versos esta noche.
Pero no, no lo haré.
Porque la vida me regaló el placer de tenerte.
Porque eres la razón de mi sonrisa.
Porque tú felicidad me pertenece y pretendo multiplicarla infinitamente.

Podría escribir tristes versos esta noche.
Pero también podría transformar este silencio en susurrantes te quieros.
Podría llevarte al espacio para que contemples el tamaño de mi amor por ti.
Podría instalar mi nombre en tus labios.
Y podría llevar todas estas palabras a un beso permanente.

Te quiero para mí, me quiero para ti.

Te quiero porque te sueño, te quiero porque te pienso.
Te quiero porque tu cara refleja inocencia, te quiero porque tu mirada grita rebeldía.
Te quiero porque la vida así lo quiso, te quiero porque quiero.
Te quiero porque tus besos me confiesan todo lo que has callado, te quiero porque callas lo que la vida te ha obligado.
Te quiero porque me regalas libertad, te quiero porque tranquilizas mis caos.
Te quiero por lo dulce que fue el camino hacia ti, te quiero porque más dulce fue la llegada.
Te quiero porque tus besos saben a ternura, te quiero porque tus abrazos me protegen.
Te quiero porque puedo presumirte, te quiero porque me presumes.
Te quiero porque la primavera abre las flores, te quiero porque el invierno enfría la vida.
Te quiero porque a veces me quieres, a veces te quiero porque me quieres.
Te quiero porque infinita es mi ilusión por ti, te quiero porque me enamoras la vida.
Te quiero porque tu sonrisa me lo dice, te quiero porque quiero a tu sonrisa.
Te quiero porque quieres que te quiera, me quieres porque quiero que me quieras.

lunes, 22 de octubre de 2012

Pero espero que esta vez no seas tú.

Que me veas y no te acerques, duele. Que prometas cosas que ambos sabemos que son imposibles, duele. Que menciones la palabra "amor" sin siquiera sentirlo, duele. Que leas lo que te escribo, y no surja ni el mínimo sentimiento en ti, duele. Saber que no volverás, y aun así dejar que crezca este amor no correspondido, duele. Gritar tu nombre y no recibir ni el eco de tus palabras, duele. Conllevar la esperanza de que estaremos juntos de nuevo, sabiendo que no es posible, duele. Pensar que todo esto puede llegar a ocurrir, destroza. 

Permíteme

Por cada lagrima que derrames, yo te regalaré cien sonrisas. Por cada mal recuerdo que tengas, yo duplicaré los buenos momentos juntos para que los sustituyas. Por cada sentimiento roto que exista en ti, yo inventaré nuevos, los haré crecer, y los guardaré en tus pensamientos. Por cada temor que sientas, yo seré tu apoyo, tu razón para seguir adelante. Por cada tristeza que te invada, yo seré la felicidad que te hará sonreír. Quiero transformar tu llanto en risas, tu odio en amor, y tu soledad en un "nosotros".

domingo, 21 de octubre de 2012

Agridulce


Esto soy yo, una pequeña parte del mundo, un pedazo de libertad, un puñado de risas, un toque de sinceridad. A veces infinito, a veces pasión. Imperfección pura y arte en grandes cantidades. Dulzura física, incomprensión mental. Descansando en una sociedad que no avanza ante los fantasmas del pasado, troceando la vida en partes iguales, sonriendo antes de llorar, llorando antes de estallar. Con una respuesta para todo, con un todo para nada. De esa parte del mundo comprensible, pero aun así, intolerante ante este universo incomprendido. Una mente sobrecargada en un mundo acomplejado.