poetas

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lunes, 17 de noviembre de 2014

El prologo de un cuento entre sabanas y resacas

Comenzaba a acostumbrarme a una rutina de pérdidas de tiempo 
y un corazon a media asta
a ver las puertas del bar cerradas a las 10 de la mañana 
y a perder mis dias suponiendo estar despierta ya pasado el medio dia

pero de repente sonreíste
y comenzaste a darme explicaciones que nadie te había pedido
comenzaste a iniciar mis días con tus palabras
y con esa clásica frase tuya 
"aun es muy temprano para que me bailes desnuda"
cuando lo unico que hacía era despertar y retorcerme a tu lado en la misma cama

sé que ni tu sabes en qué momento dejamos de ser solo madrugada
y comenzamos a ser eternidad

solía huir de tu cama antes de que despertaras
porque ya sabes lo peligrosa que es la poesía
-tu mirada-

pasaste de un polvo nocturno
a mil besos en el sofá a media tarde
y ya debía recordarte que llevabas mas de varias horas abrazandome
-como si me molestase-

y comenzaste tambien 
a esperar que bajara el sol para bajar tus manos
de mi rostro a mis caderas
porque sabes qué hacer en cada momento
como si tuvieses una lista mental de cada cosa que me enloquece
en un hipotetico caso de que esa lista no solo se basara solo en tu nombre 

eres mi contexto 
y dueles
porque, sabes
tú aun no te das cuenta


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