poetas

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miércoles, 9 de abril de 2014

No es el tiempo, es la excusa.

Y tan rapido se me va el tiempo
que no alcanzo a recordarle a mi madre
cuando me pide que use la chaqueta
que su sonrisa basta para abrigarme,
o a mi padre
cuando me pide que me cuide
que no sería capaz de dejarme desvanecer
porque no soportaría privarme de su mirada,
o quizás no es el tiempo,
es la excusa,
porque aunque tenga un administrador de segundos
las distracciones se instalaron en mí,
quitandole prioridad
a las prioridades,
ignorando paisajes,
sonidos,
voces y risas.
Ignorando un verdadero amor
y recordando un merecido olvido.

lunes, 7 de abril de 2014

Matando memorias

Ya no sé en qué pierdo mas tiempo:
si prediciendo cuando terminarán
mis poemas tristes,
o decifrando
el porqué de ellos.

O quizás
y muy seguramente,
pierdo más tiempo recordando
el olvido de un recuerdo,
que olvidando el recuerdo
de un olvido. 

No sé si me explico.

El olvido te pertenece
y el recuerdo eres tú.

Mi cementerio de nostalgias se quedó sin espacio.

Mientras tanto,
entre estas palabras,
creo mi propia funeraria.

Velando mi tristeza,
como si estuviera muerta.

-sí, éso quisiera-

Baile nupcial

Es mas fácil esconder mis borracheras
que mis obligatorios pensamientos hacia ti.
Supongo que por eso prefiero
tres botellas de anís,
a media foto tuya.

Pensé en decirte: no estás
pero te veo.
Y también pensé -o recordé-
que de nada vale compartir ni dos palabras contigo,
porque, si amándome, las soltabas,
desamándome, no podrías ni atraparlas.

¿Recuerdas la primera vez que tus ojos se llenaron de amor?
Porque yo no.
O quizás, todo se llenó de cenizas,
ensuciándose, contagiándonos.
Buscando una explicación
donde no hay ni razones.

Como estoy haciendo yo.
Ahora.

Y mañana.

Y presuntamente, siempre.